Una reflexión sobre la fábula El león y el ratón nos recuerda que en Palabras Mágicas todas las voces cuentan. En este método, cada estudiante es valioso y el aprendizaje es colectivo, basado en la ayuda mutua, la bondad y el respeto por los procesos individuales.
La fábula “El león y el ratón” nos trae una enseñanza muy bonita y muy pertinente para el proceso de alfabetización con el método Palabras Mágicas.
Con ella aprendí que jamás debemos desperdiciar una oportunidad de ejercer la bondad, y que jamás debemos despreciar a nadie por su apariencia o fragilidad.
Con el método Palabras Mágicas sucede algo muy semejante, pues todos los estudiantes son maestros potenciales en nuestro grupo, y no solo los “más adelantados”.
Todas las hipótesis y todas las aportaciones son valiosas para el aprendizaje de todo el grupo.
El grupo de estudiantes de Palabras Mágicas es como un barco, en donde todos reman y, por lo tanto, la falta de apenas uno, por más frágil que parezca, afecta la velocidad de todo el barco.
Además, en el método Palabras Mágicas trabajamos en grupo y fomentamos, a diario, la decisión de “ayudar”, la decisión de “ser bueno” con el otro. Porque ser bueno y ayudar sí es una decisión.
Somos una comunidad educativa que cree en la alfabetización mágica, el pensamiento crítico y el placer por aprender.
Cali, Colombia
j.pereira@farodeladidactica.com
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